Juan Cruz Dueñas era buscado por la Justicia Federal y la Interpol. Está acusado de haber comprado un auto con dólares falsos. Además, presenta distintos antecedentes penales que van de robo calificado, a disparar arma de fuego y venta de estupefacientes.
El hombre que fue detenido el domingo en el velorio de su hijo, el adolescente de 16 años asesinado de un balazo en la cabeza en Los Pinares, presentaba pedido de captura desde hacía un mes y medio y estaba en la lista de personas buscadas por Interpol por si salía del país.
El fiscal federal Nicolás Czizic informó a LA CAPITAL que Juan Cruz Dueñas (38) era buscado desde hacía un mes y medio por estar acusado de haber estafado a un hombre en la compra de un Fiat Palio con dólares falsos en junio del año pasado.
El fiscal federal había tramitado el pedido de captura de Dueñas luego de que el hombre no estuviera presente en su domicilio al momento de un allanamiento y no se presentara posteriormente ante la Justicia.
Juan Cruz Dueñas.
Según explicó Czizic, el procedimiento realizado para detener a Dueñas no fue algo “extraordinario”, ya que por los protocolos y acuerdos internacionales, cuando se emite la orden de captura, inmediatamente figura en la lista de Interpol por si la persona buscada aparece en otro país.
Además del delito de “estafa” por el que Dueñas fue detenido por la DDI durante el velatorio de su hijo Ezequiel, el hombre presenta numerosos antecedentes penales durante los últimos 20 años que van desde robos calificados, hurtos, disparo de arma de fuego, portación de arma de guerra y venta de estupefacientes.
Dueñas declaró en el Juzgado Federal este lunes y continuará detenido por los delitos de estafa y falsificación de moneda extranjera.
EL CRIMEN DE EZEQUIEL DUEÑAS
Ezequiel Dueñas recibió un disparo en la cabeza el jueves 13 de julio a la noche cuando circulaba con su motocicleta en dirección a su casa y en momentos en que regresaba de la escuela nocturna a la que concurría.
El adolescente cayó con el vehículo en Strobel y Remolcador Guaraní, y en un principio se especuló con que había sufrido un accidente. Incluso su madre, que por vivir a poca distancia de allí lo cargó en una camioneta y lo llevó al HIGA, le dijo a los médicos que eso era lo que le había pasado. Sin embargo, una tomografía reveló que tenía un proyectil en el cráneo y que no presentaba lesiones compatibles, a primera vista, con un siniestro vial.
Con el paso de las horas la salud del menor se agravó y finalmente el sábado se confirmó su deceso, un desenlace esperado a partir del pronóstico de muerte cerebral.
El fiscal Juan Pablo Lódola investigó desde el principio un ataque sin el móvil del robo como línea hipotética y se inclinó hacia la posibilidad de una enemistad con alguien de ese conflictivo sector del barrio Los Pinares. Así fue como estableció que horas antes del ataque un vecino de 55 años había mantenido una discusión con el adolescente y que en otras ocasiones le había recriminado que su motocicleta, modificado con escape libre, hacía demasiado ruido. Precisamente, Dueñas al momento de recibir el disparo circulaba en ese rodado. Ante esta situación se allanó la casa del sospechoso y se lo apresó al encontrarle un arma de fuego.